martes, 22 de abril de 2008

SINOPSIS DE OBRAS

LIGIA CRUZ

Ambientada en la Medellín de los años 20, Tomás Carrasquilla narra la historia de Petrona Cruz una joven campesina pretensiosa que es llevada por su padrino rico a la ciudad con la intención de curarla del paludismo que padece; aunque la enfermedad no sea una preocupación para Petrona, ella accede con el fin de ver al amor de su vida en carne y hueso, quien no es mas quién Mario Jácome, el hijo mayor del padrino del cual está profundamente enamorada por una foto que su padrino le mostró.
Petrona llega a Medellín, deslumbrada por todas las comodidades que le ofrece la capital y la casa de familia rica a la que llega, decide entonces convertirse en toda una señorita de clase alta para agradarle a su enamorado, pero se encuentra con que la esposa de su padrino y sus hijas no están muy a gusto con su presencia en la casa, por está razón Petrona sufre varios desplantes por parte de la madrina y sus hijas.

Aun así, Petrona se transforma con ayuda del padrino y de la criada Andrea en una bella e ilustrada señorita de alta clase, aprende a bailar los ritmos de moda, se viste con atuendos finos y finalmente cambia su nombre por Ligia después de ver la película Quo Vadis . Cuando por fin logra conocer al amor de su vida, esta le declara su amor, lo sorprendente viene al ver la reacción de Mario Jácome ante las palabras de la nueva Ligia Cruz.

El valor de esta novela corta, es que precisamente es una antinovela, ya que la protagonista no es correspondida, ni se casa, ni vive feliz para toda la vida, sus personajes no terminan siendo malos ni buenos de todo, Carrasquilla logra describir un cuadro costumbrista de la Medellín de los años 20, pero también logra adentrarse en los conflictos de la protagonista y la influencia que tienen en ella la imagen, convirtiéndose de esta manera en una narración de corte modernista.

TOMADO DE:
http://es.shvoong.com/books/historical-novel/1676135-ligia-cruz/



Hace tiempos I. Por agujas y pedregones
Tomás Carrasquilla
Este libro fundamental en la literatura antioqueña, al tiempo que cuenta la formación de sensibilidad de Eloy Gamboa, un pequeño de ocho años y su cosmovisión, constituye un corte profundo en el devenir del pueblo antioqueño. Escrito cuando Carrasquilla tenía 77 años y una precaria salud, es más que paisajes y costumbres antioqueñas.

“Ese omnívoro devorador de mundo llamado Eloy Gamboa es moldeado en íntima conexión con el ámbito cultural en el que ha nacido”.


Hace tiempos II. Por cumbres y cañadas
Tomás Carrasquilla





En este segundo tomo, Carrasquilla certifica, a través del pequeño Eloy Gamboa, el conflicto entre vida y naturaleza, entre la hombría que sería resultado de adaptarse a la minería, al azar de los negocios o elegir lo que nada tiene que ver con estas ideologías antioqueñas del siglo XIX. Además, plantea una dimensión intelectual certera a las mujeres de aquella época.

“Eloy está preparado ya para entrar en la ciudad pues esa educación sentimental le ha concedido armas precisas para ello”.


Hace tiempos III. Del monte a la ciudad
Tomás Carrasquilla


Con más de doscientos personajes, esta trilogía de Tomás Carrasquilla logra hilvanar una silueta de la Antioquia del siglo XIX, que en este último tomo muestra el tránsito del monte a la ciudad, a través de las experiencias de Eloy Gamboa en Medellín, en una época de transición entre lo antiguo y lo nuevo, manifestada en los cambios económicos, sociales y en las costumbres.

“Escribí esto porque soy un viejo memorioso, testigo de vista que ha nacido en minas, puede hablar de la Antioquia que fue”.


Entrañas de niño / Grandeza
Tomás Carrasquilla

El célebre autor costumbrista antioqueño nos deleita con dos novelas: Entrañas de Niño y Grandeza. En la primera, considerada una autobiografía de Carrasquilla, cuenta la historia de Paco Santos, que va dejando de ser niño. En la segunda, describe la vida de las clases altas de Medellín de principio del siglo pasado, a partir de la vida y los diálogos de las mujeres de la “alta” sociedad.

“¡Yo no es pa’ maestro de escuela ni pa’ poner ejemplos; yo es pa’ escribir porque me da mi gana!’ Interrumpe Paco encolerizado, el consentido, el hidalgo, el sentimental, el infantil…”


Ligia cruz / EL zarco
Tomás Carrasquilla

No hay nadie tan bueno que no tenga algo de malo, ni tan malo que no tenga algo bueno, parece ser la premisa sobre la cual escribió el autor antioqueño unas de las pocas obras que no fueron editadas inicialmente en Medellín. Con esta publicación la Editorial UPB rescata dos historias de religión y brujería, dos modelos de amor y terquedad, que han ilustrado la sociedad colombiana. “A conforme fuera el lunes sería la semana, y aquel lunes, del enemigo malo, nada bueno prometía”.


Veinticinco reales de gusto
Tomás Carrasquilla

Con un sentido moral Tomás Carrasquilla lleva de la mano al lector por las realidades y costumbres de su época a través de 16 cuentos que no se quedan en el mero retrato de las tradiciones. En este libro dirigido al público en general, se pueden encontrar textos cortos cargados de historias antioqueñas que rescatan el legado literario del autor. “¿Qué aldeano antioqueño no tuvo en su niñez el goce inefable de la chirimía? ¿Quién no sintió esa música triste y selvática?”

TOMADO DE: http://horde.upb.edu.co/editorial/cat_instit.htm


RESUMEN DE "A LA DIESTRA DE DIOS PADRE" DE TOMÁS CARRASQUILLA. POR ALBEIRO ARIAS
por albeiroarias @ 2008-03-17 - 06:22:30

Resumen de “A la diestra de dios padre” de Tomás Carrasquilla.
Un hombre muy pobre era demasiado generoso con todo el mundo. La hermana lo recriminaba por estar dando lo que no tenia. Su casa estaba llena de enfermos y desposeidos. Llegaron dos forasteros, uno viejo uno joven a la casa y pidieron ayuda. Peralta los dejó entrar y le pidió a su hermana que buscara en las alacenas a ver que había. Ella fue y busco de mala gana pero encontró todo lleno de comida y de carne. La hermana pensó que era dios que premiaba a su hermano por las buenas obras. A la mañana siguiente los Forasteros habían abandonado la casa y Peralta encontró una bolsa llena de onzas del rey. Peralta corrió a buscar los forasteros y cuando los alcanzó les devolvió la bolsa con el dinero. Los forasteros se presentaron como Jesús de Nazareno y Pedro el discípulo. Le dijeron que lo querían probar y como había resultado ser bueno y honesto tenia derecho a 5 deseos. Peralte pidió: Ganar el juego siempre que el quería. Que la muerte le llegue por delante y no a la traición. Detener al que quiera por el tiempo que él quiera. Achiquitarse hasta el tamaño de una hormiga. Y luego le pregunto a Jesús si el dueño de los condenados era él, el padre eterno o el patas. Jesús le respondió que el espíritu santo, dios y él eran los dueños de todo pero que los condenados le pertenecían al diablo. Entonces Peralta pidio por ultimo que el patas no le pudiera hacer trampa en el juego. Peralta ganó mucho dinero en el juego e hizo miles de obras de caridad, su hermana compró casas y empezó a comportarse como rica, sin embargo Peralta siguió vestido como un pordiosero. Un día llegó la muerte. Un esqueleto con cabello largo y una herramienta filosa. Peralta vengo por ti. Le dijo. Peralta no se opuso pero le pidió un plazo para hacer su testamento. Le dijo que se subiera a un árbol y disfrutara del paisaje del pueblo. Peralta utilizó su poder y la dejó paralizada ahí por siempre. Nadie más volvio a morir. El cielo y los infiernos entraron en crisis. La gente pensó que la muerte se había muerto y no volvieron a misa. San pedro fue a la casa delegado por dios y pidió a peralte que les prestara la muerte, él la presto siempre y cuando no le hiciera nada. La muerte se propago rápidamente hasta cuando todo tomó su orden. Luego peralta se enfermo de una pata y como ya estaba cansado mandó a hacer su testamento y cuando llego la pelona el se dejó. Peralta quedó como un alma del purgatorio. Cogió un camino que lo llevó hasta los infiernos y allí se echó a jugar todo tipo de juegos con el diablo apostando su alma contra las almas que él tenia y que estaban rondando sin entrar al infierno. Así le gano millones de almas. El diablo no quiso apostar las almas del infierno y se puso a llorar. Luego mando a que echaran del infierno a Peralta. Este se fue para el cielo y San Pedro lo cogió a trompadas. Peralta le dijo que traía esa gente para que se la dejara entrar. San Pedro corrió y le cerró la puerta. Busco al señor y le contó lo que pasaba. El señor dijo que los condenados eran por toda la eternidad. El señor mando a dos santas a que escribieran algo. Mando a entrar a peralta y los tambores se silenciaron. La leyenda decía” nos tomas de Aquino y santa teresa de Jesús, mayores de dada y residenciadas en el cielo por mandato del señor hemos venido a resolver esto. El documento aceptaba que Peralta había ganado esas almas en juego limpio y que por tanto le pertenecían pero que no podían entrar al cielo y tenían que quedarse afuera. Y que había que darle a Peralta un infierno nuevo para que llevara sus almas. Y que dios le regalaba treinta tres mil millones de cuerpos para que metiera esas almas y cuando morian los cuerpos eran llenados por las almas de otros que venian condenados desde la vida. así hasta el juicio. Peralta se puso contento y vio las plazas del cielo llenas de joyas preciosas. Dios le dijho que escogiera su lugar en el cielo por que él lo merecía. Peralta se hizo pequeñito y se abrazó a la cruz y esta sentado a la derecha del señor.

TOMADO DE: http://albeiroarias.blog.com.es/2008/03/17/resumen-de-a-a-la-diestra-de-dios-padrea-3892583




QUE OPINAN LOS EXPERTOS DE DON TOMÁS??

RESEÑA CRÍTICA 1

RESEÑA CRÍTICA 2

COMENTARIOS DE PRENSA ACERCA DE CARRASQUILLA

COMENTARIOS DE PRENSA: (Periódico El Mundo. marzo 18 de 2007): Medellín rinde homenaje al escritor antioqueño Carrasquilla se burlaba de medio mundo

Carrasquilla escribió "Frutos de mi tierra" (1896) y "La marquesa de Yolombó" (1928), entre otras obras. Autor: Jose Guarnizo Álvarez

Tomás Carrasquilla ni era costumbrista ni era periodista, así lo define el periodista Carlos Uribe de los Ríos, quien se refirió a las columnas que escribió el escritor antioqueño en El Espectador. El profesor Lawrence La Fountain-Stokes afirma abiertamente que Tomás Carrasquilla era homosexual. Para llegar a tal conclusión el investigador desmembró la obra del escritor antioqueño a través de elementos andróginos que hay en su narrativa, así como de algunas aseveraciones de Fernando Vallejo, quien por su parte nunca tuvo problemas para aceptar tal condición.

La idea de que Carrasquilla fuera homosexual, aparte de frivolizar los alcances literarios, pudo seducir a historiadores y biógrafos en varios rincones del mundo, que no han abandonado la idea de extraer cualquier resquicio de reflexión que se pueda hacer del antioqueño.

Lo anterior da cuenta del constante interés de la crítica literaria internacional por conocer detalles de Carrasquilla, que de una u otra manera, nunca fueron de popular conocimiento, como algunos hechos de su relación epistolar con sus padres en épocas de juventud.

Pero entonces, ¿qué homenaje se le hace hoy día a Carrasquilla? Por estos días las reverencias al escritor parecen venir por antonomasia, sin que se piense en la necesidad de ir redescubriendo una obra que ha dado para todo, hasta para señalársele de costumbrista, remoquete facilista en el que caben todos aquellos escritos en el que aparece un vocablo como “sumercé".

LOS PAPAS DE TOMAS CARRASQUILLA

Aunque sus escritos no pueden clasificarse como humorísticos, son muy amenos de leer, por lo que continúan vigentes, y Carrasquilla es considerado uno de los más importantes escritores colombianos. Debido a que la mayor parte de sus creaciones se concentra alrededor de una única región y a la naturaleza popular de su lenguaje, suele ser erróneamente encasillado como costumbrista.

Hijo de Raúl Carrasquilla Isaza y Ecilda Naranjo Moreno. Su familia era propietaria de algunas minas, lo que le permitió vivir holgadamente la mayor parte de su vida sin otra preocupación que la de dedicarse a escribir; además, conoció de primera mano el funcionamiento de la actividad minera, lo que sería plasmado posteriormente en varias de sus obras.


A los quince años se traslada a Medellín para terminar su educación secundaria en la Universidad de Antioquia, donde iniciaría también estudios de Derecho. En 1877 abandona sus estudios y regresa a Santo Domingo huyendo de la guerra civil. Allí trabaja como sastre y ocupa algunos cargos públicos. Carlos E. Restrepo lo vincula a El Casino Literario y para su admisión escribe Simón el Mago, uno de sus cuentos más famosos publicado en 1890.

Viaja a Bogotá en 1896 para la publicación de su primera novela, Frutos de mi tierra, escrita para demostrar que cualquier tema era novelable y que tuvo una gran acogida por la crítica. En dicho viaje tiene la oportunidad de conocer a José Asunción Silva, a quien años después rendiría homenaje con la publicación de Por el poeta. Regresa a Antioquia, donde se cae de un caballo, hecho que lo retiene algún tiempo en Medellín. Pasa varios años más en Santo Domingo dedicados a la escritura hasta que en 1904 pierde toda su fortuna en la quiebra del Banco Popular de Medellín, hecho que lo obliga a trabajar como encargado de provisiones en una mina cerca a Sonsón hasta 1909.

De regreso a Medellín, reanuda su vida social y cultural, manteniendo relaciones con personas como Fernando González, Ricardo Rendón y el grupo de Los Panidas, a quienes apoyó. Se vincula en 1914 a El Espectador, diario entonces asentado en Antioquia y que posteriormente se trasladaría a Bogotá para ser publicado nacionalmente. Lo mismo hace don Tomás, quien trabaja en la capital para el Ministerio de Obras Públicas hasta 1919. Vuelve una vez más a Medellín, donde continúa dedicado a la literatura, y publica en 1928 La Marquesa de Yolombó, quizás su obra más popular y una de las mejoras novelas de la literatura colombiana.

Para dicha época, don Tomás ya ha empezado a sufrir trastornos circulatorios que lo inmovilizan y le hacen perder la vista casi por completo. En 1934 una cirugía le devuelve parcialmente la visión. Su ceguera no fue obstáculo para escribir, pues no le gustaba hacerlo a mano y regularmente dictaba sus obras. Así hizo con la trilogía Hace tiempos, aparecida cerca de 1936 y que le valió el Premio Nacional de Literatura y Ciencias José María Vergara y Vergara, otorgado por la Academia Colombiana de la Lengua.


Pasa en Medellín sus últimos años. En diciembre de 1940 es operado a causa de la gangrena y muere pocos días después, reconocido y apreciado por sus coetáneos.